Versículo bíblico como texto base: 1 Corintios 16:14: “Todas sus cosas sean hechas con amor”.
¿Alguna vez te has preguntado cuál es tu motivación para no pecar? Honestamente contéstate esta pregunta y verás lo mucho que se relaciona con la lucha en contra de la atadura sexual.
Las motivaciones están directamente relacionados con los resultados que vas a obtener en tu lucha diaria en contra de la atadura sexual. Tener conciencia de saber si nuestras motivaciones son correctas o no, es bien importante en nuestro proceso de alcanzar madurez en la pureza sexual. Una motivación incorrecta sólo te llevará a tener periodos de pureza no duraderos.
Me explico…
1 Corintios 16:14 dice: “Todas sus cosas sean hechas con amor”. Nota que este versículo habla sobre la motivación con que se hacen las «cosas». Dice que «sean hechas con amor»
Así que vamos a profundizar más lo que significa.
El «amor» es un desprendimiento de tu parte hacia otros y no tiene que ver nada con «tener» o «tomar». Si tus motivaciones para no pecar tienen que ver con «tener» algo y no dar, puedes estar en la posición de tener una motivación incorrecta.
Por ejemplo, si tu motivaciones para no pecar son para verte como una persona “más espiritual” y tener “más unción”, tienes una motivación incorrecta. Si tu motivación para no pecar es sólo para evitar vergüenza o dolor, también es incorrecta. Si tu motivación es querer tener una vida libre de problemas para estar orgulloso de ti mismo y ganarte el respeto de los demás, también estas lejos de tener una motivación correcta. Nota que todas estas motivaciones son egocéntricas y tienen que ver contigo y no con Jesús. Entonces es ahí donde se encuentra el problema, estos motivos erróneos tienen que ver con la preocupación que tienes en cuanto a la manera en que luces antes los demás y no en la manera en que luces ante Dios.
La realidad es que una libertad duradera viene cuando nuestros motivos son puros y basados en amor.
Motivo Puro Para No Pecar
El motivo puro para no pecar debe ser el no querer entristecer a Dios con nuestras acciones después de todo lo que hizo para rescatarnos y restaurar nuestra relación con El. Para activar este motivo, debes hablar y relacionarte todos los días con Dios y tenerlo presente en tu vida todo el tiempo. Por qué si no, no podrás tener razón para guardar tu relación con el Señor, si de antemano no te preocupas en buscarlo.
En otras palabras, si deseas tener un motivo puro como este, debes guardar y atesorar en tu corazón todo lo que Jesús sufrió para lograr que tú estés cerca de Él. Valoramos nuestra relación con Dios, cuando vemos y guardamos en nuestro corazón todo lo que El hizo para restaurarlo.
Es importante que entiendas que Dios está apasionado por ti, si no, no hubiera hecho todo lo que hizo en el madero para reencontrarse de nuevo contigo. Todo lo que te separa de Él lo entristecerá ¿Acaso no es lo mismo que sentirías, si tu hijo o hija se separara de ti?
Cuando empiezas a vivir 1 Corintios 16:14 notarás que empezarás a pensar más en los demás, que en ti mismo. Comienzarás a tener compasión en en ves de lujuria y codicia.
Un motivo puro, no se trata de ti, se trata de los demás, de relaciones de seres queridos que es herida cada vez que pecas. Sobre todo se trata de Jesús que con desespero, dolor y quebranto murió para restaurar una relación contigo. Tu motivo es Jesús y todo lo que hizo para recuperarte.
Te motivo a que practiques esta enseñanza cuando tengas la opción de pecar. Hoy te motivo a que te preguntes: ¿Cuál es el motivo que tienes para no pecar? ¿Tu motivo es egocéntrico o es por amor al Gran Yo Soy y hacia los demás?
No olvides de comentar abajo si te identificaste con esta enseñanza.
Abrazos y muchas bendiciones;
Joel Olivencia