“Den gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5: 18)
¿Cómo se relaciona este versículo para el hombre o mujer cristiano que lucha en contra de la atadura sexual?
Una de las armas más poderosas para cualquier hombre o mujer que lucha, es la gratitud. La gratitud no es un estado que sólo se debe manifestar cuando las cosas están bien. La gratitud debe de ser un estado continuo, independientemente si tu carne no esté de acuerdo con la voluntad de Dios.
Si lo piensas bien, estar fuera de la voluntad de Dios es aterrador. El rey David decía: “Porque mejor es
un día en Tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios Que morar en las tiendas de impiedad” (Salmos 84:10). Sin embargo, nuestra tendencia carnal nos lleva a querer hacer siempre nuestra voluntad, que no es otra cosa que rebeldía, autosuficiencia e ingratitud.
La Rebeldía es tomar la actitud de creer que nuestra forma es mejor que la de Dios, luego no tan sólo la crees, sino que también la actúas. Es como el pequeño niño que es desafiante ante la corrección de su padre, porque en su ignorancia, no sabe que realmente lo están protegiendo.
Hoy día, algunos le llaman a las demandas carnales, “necesidades biológicas”; que no es otro término patético más de la psicología que anda raspante en nuestras iglesias.
Entonces es por eso que tenemos a hombres y mujeres en nuestras iglesias que toleran ciertas conductas que no agradan a Dios, «ya que no son tan malos». Vemos como el veneno de la masturbación, entra en nuestras iglesias como algo permitido ya que «ayudan a hombre y a la mujer canalizar su libido sexual», cuando en realidad es una puerta hacia otras conductas sexuales más pervertidas y más adictivas.
También vemos el derecho latino-machista permitido en nuestras iglesias de poder mirar a las mujeres como algo normal. O peor aun, dicen que no es malo ver pornografía ya que: «no ando por ahí adulterando o fornicando”.
El problema es que andan creando sus propias versiones de cómo solucionar sus “necesidades biológicas” pensando que son los ingenieros y creadores de sus propios cuerpos y cerebros.
Dios es perfecto en todo los aspectos de tu vida y El sabe lo que tu necesitas en el momento perfecto.
Debemos entender que Dios es perfecto. Tu como su hijo o hija, todo lo que te ha dado es perfecto exclusivamente para ti y todo lo que te dará será en su perfecto momento. «Pues si ustedes, siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que Le piden?” (Mateo 7: 11).
Para el hombre o mujer que lucha en contra de la atadura sexual, la gratitud usada como un arma poderosa se basa en el hecho de que podemos confiar plenamente en la provisión de Dios en todas las áreas de nuestras vidas. Es decir, físicamente, emocionalmente, económicamente e incluyendo sexualmente.
En el reino de Dios las cosas operan distinto al reino de este mundo. Una bendición de parte del Señor para ti puede ser algo que usted no deseas o no entiendas, pero que realmente dentro de la perspectiva eterna y la mente infinita de Dios es una bendición. Muchas cosas no las vemos bien en el momento, pero después que pasa algunos días vemos a Dios glorificarse de una manera sobrenatural. Dios conoce perfectamente lo que tú necesitas ahora. Es por eso que en todo momento debemos dar gracias aun cuando no entendemos lo que está sucediendo.
La masturbación
Así sucede en todas las áreas de nuestra vida e incluyendo en tu sexualidad. Creemos que podemos descifrar lo que nos conviene sexualmente, creamos nuestras propias leyes y nuestra propia voluntad, por que no estamos agradecido con la sexualidad actual. La perfecta voluntad de Dios es que tú disfrutes tu sexualidad sólo en el matrimonio. Cuando se ingnora esta ley, pensando: «no es justo», le estamos diciendo al perfecto Dios que es injusto. Pregúntate si crees que podrás decir: «no es justo», cuando estemos delante de su trono.
La palabra masturbación o auto-gratificación, no aparece en la biblia (al menos en las traducciones que poseo), pero sí, Dios menciona y aborrece la codicia y lujuria. Pregunto yo… ¿Quién puede masturbarse sin estas dos?
No nos toca ser como ese niño pequeño desafiante ante la corrección de su Padre, que por ignorancia no sabe que realmente lo están protegiendo. Dale gracias a Dios por todo lo que tienes ahora, sea por tu esposa o esposo, por tu soltería, por tu casa, por tu trabajo, por tus estudios, por tu familia, por tu congregación y/o por todo lo bueno que ha sido contigo.
Gratitud constante
Un estado de gratitud constante te alejará de la lujuria. No necesitarás querer (codiciar) nada fuera de lo que Dios te ha dado, porque un corazón agradecido esta satisfecho con lo que tiene ahora y confía que Dios proveerá lo que necesita en su momento perfecto.
El hombre o mujer que lucha contra la atadura sexual acostumbra tener un estilo de oración hacia el Padre lleno de quejas y peticiones en ves de tener una comunicación llena de gratitud. Por ejemplo: «¿Dios mío y si llega la tentación?», «¿por qué tanto sensualismo en las calles y en los medios de comunicación?».
Por esto te invito a que cambies de perspectiva, cambia tu forma de hablar con Dios, en ves de quejas, piensa en todo lo que tienes ahora y dale gracias. Practícalo y verás cambios en tu corazón.“Den gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5: 18)
Abrazos y muchas bendiciones;
Joel Olivencia