Pobre de Espíritu

“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3)

Hermano o hermana, Dios quiere que seas pobre de espíritu. Es interesante ver como este versículo tiene que ver mucho con nuestro proceso de “alcanzar libertad” de la atadura sexual. Si notas, con todo propósito escribí la frase “alcanzar libertad” entre comillas. ¿Por qué lo escribí así?

Pobres de Espiritu

Pobres de Espiritu

Pues… precisamente de eso se trata este artículo. Te pregunto, ¿quién puede alcanzar libertad? La realidad es que ningún ser humano tiene el poder por sí solo de alcanzar libertad del pecado. Si lo tuviéramos, entonces ¿para qué necesitemos la Sangre del Cordero y el poder del Espíritu Santo de Dios? El día que pienses que puedes alcanzar libertad solo, será el día que comenzarás a creerte auto-suficiente. Será el día en que te alejarás de Dios.

Reflexiona y vea que lo que te escribo es cierto; toma un tiempo y analiza las veces que has cedido al pecado; verás que lo haces porque dentro de ti crees que hay otra cosa fuera de Dios que te puede satisfacer. Es crucial pedirle a Dios que te enseñe hacer pobre de espíritu.

Es importante que entiendas que cuando este versículo bíblico habla del concepto de «pobre de espíritu», no tiene que ver nada con el tema económico, ni estatus social y tampoco habla de los pequeños niños y niñas huérfanos que existen en todo el mundo.

Realmente este versículo bíblico habla de nuestro reconocimiento a la total dependencia de Dios.

A menudo escucho a hombres decir con mucha pasión, con coraje y con el puño apretado “a lo macho”: “este mes lo viviré en pureza, ya verán, lo quiero hacer porque quiero agradar a Dios”. En mi interior sólo pienso algo, realmente él no puede alcanzar pureza de esa manera y siento mucha misericordia porque entiendo su deseo de querer libertad. La realidad es que es una actitud de autosuficiencia, que es totalmente opuesto a para lo que fue creado.

Decir: “yo puedo Dios… ya verás, te amo tanto que lo haré por ti”. O muchas veces en los retiros de la Iglesia, en aquel culto en donde todos están humillados en el altar diciéndole al Señor: “decido vivir en pureza el resto de mi vida” realmente no se puede lograr así. No quiero que me mal interpreten; sí podemos hacer declaraciones de fe, sólo si tu corazón está en confiar en Dios y no en ti para lograrlo.

La fe no se trata de “creer en ti” o en tus fuerzas, ni tampoco trata de acercarte al pecado para ver si puedes vencer o no.

Dios, yo no puedo, ayúdame

Para muchos hombres es difícil soltar la independencia, somos tan competentes, nos gustan los retos y los desafíos, que se nos hace difícil tener que decir: “Dios, yo no puedo, ayúdame”. No entendemos que la fe trata de vivir siendo totalmente dependientes del Gran Yo Soy. Cuando este versículo habla de ser pobre en espíritu, es un reconocimiento de total dependencia.

Hoy día se me hace mas fácil vencer una tentación cuando digo: “Dios, realmente por mis propias fuerzas no puedo serte fiel, ayúdame que no puedo solo”, a que cuando inflo el pecho lleno de orgullo y digo: “Dios, ya verás cómo salgo victorioso de ésta, te amo tanto que te lo voy a demostrar”.

Solamente por aclarar… Vivir en fe y en total dependencia de Dios no es quedarte pasivo en tu proceso de alcanzar libertad de tu atadura. La palabra es clara cuando dice que la «fe sin obra es muerta (Santiago 2:17). Recuerda la fe tiene cuatro facetas: 1. creer en la palabra de Dios, 2. ejercerla en nuestras vidas, 3. sin importar como nos sintamos y 4. sabiendo que Dios promete buenos resultados.

Abrazos y muchas bendiciones;

Joel Olivencia

Acerca de Joel Olivencia

Por la misericordia de Dios soy un hombre cristiano, limpiado con la sangre de Jesús y dispuesto aportar mi granito de arena para ayudar a combatir la atadura sexual que tanto afecta al pueblo de Dios. Deja que el Señor Jesús te ministre a través de este sitio web, inscríbete en nuestro blog, aporta con tu granito de arena escribiendo tus comentarios y compartiéndolo en las redes sociales en que participas. De esta manera ayudarás a esparcir el mensaje de la pureza en todo el mundo. Ver todas las entradas de Joel Olivencia

3 respuesta a «Pobre de Espíritu»

  • Juan

    Al leer este artículo me doy cuenta de que soy autosuficiente, hay áreas en mi vida que están en autosuficiencia

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    • Joel Olivencia, LPC, MHC

      Juan me alegro que reconozcas que eres auto-suficiente en algunas áreas de tu vida. Ser auto-suficiente para el mundo es una virtud, sin embargo para para cualquier cristiano es muy peligroso. Nosotros dependemos totalmente del Señor Jesús para nuestro caminar hacia el Padre. Tu parte es pedirle a Dios activamente que te sane de toda atadura. Tu parte es creer en la palabra de Dios, ejercerla en tu vida, sin importar como te sientas, creyendo que Dios proveerá buenos resultados.

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  • saul

    en verdad gracias por tu corazón de ayuda me alimenta tu reflexión y me pone en dependencia de DIos no en mi

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